En nuestra consulta de psicología en El Prat de Llobregat, vemos cada semana la angustia, la desesperanza o el estado de letargo que produce en las personas los problemas que la vida le plantea. Queremos salir rápidamente de allí. Y es importante hacerlo, pero lo más importante es saber cómo nos hemos metido en el problema y cómo lo hemos hecho para salir de él.

No es el psicólogo el que cura. No somos médicos que inyectamos “Autoestiminia Fortex” o “Eliminadepresión 550mg” o “Ponlimitesentuvidadól 2000”. Es el paciente que, gracias a la toma de consciencia, aprende a desarrollar los recursos que necesita para vivir. Porque la vida siempre nos pondrá a prueba, y es mejor si, al acabar un proceso de psicoterapia, hemos aprendido algo por nosotros mismos.

Naturalmente, el psicólogo o terapeuta Gestalt que trabaja en nuestra consulta hace algo (por algo nos pagáis!), y hoy os voy a desvelar un poquito el arte de nuestro trabajo.

¿Qué nos ocurre en la vida, que llega un día en el que necesitamos ir a terapia?

Desde que nacemos y hasta la edad adulta vamos pasando por diferentes etapas en nuestro desarrollo. Cada una de ellas tiene sus características y sus necesidades, y el no atender adecuadamente las necesidades de cada etapa puede generar dificultades de relación en el futuro adulto debido a la rigidización de sus respuestas motoras, cognitivas y emocionales.

Según James Kepner, psicólogo gestáltico y autor del libro “Healing Tasks”, un proceso terapéutico tiene ciertas similitudes con el proceso de desarrollo humano. El camino emprendido con la terapia, hará que el paciente pase también por una serie de etapas donde tendrá la oportunidad de ir reestructurando lo que se creó.

Al igual que en cada etapa del desarrollo lo que se atenderá en el niño van cambiando, también durante el proceso terapéutico será necesario que el foco de las intervenciones por parte del terapeuta cambien dependiendo de la etapa en que se encuentre.

¿Qué me puede proponer el psicólogo o terapeuta Gestalt durante la terapia?

Por ejemplo, si durante el proceso emerge la emoción de la rabia. No será el mismo trabajo que se realice para acompañarla si ésta se hace presente en la fase de “Apoyo”, donde la función del terapeuta puede ser simplemente validar la emoción y ayudar al cliente a sentir que “puede sentir rabia” aunque no se sepa claramente que la provoca. O si aparece en la fase de las “Funciones del Yo” donde se puede experimentar más activamente con la gestión emocional de la rabia mediante experimentos y ejercicios. En la de “Deshacer, rehacer y doler” se puede ayudar a encaminar esta rabia hacia las personas apropiadas. Y en la de “Consolidación“, aprovechar la energía creativa de esta emoción para generar nuevas relaciones o proyectos.

El hecho de hacer propuestas que no se adecuen al momento del proceso terapéutico que se esté desarrollando puede ser contraproducente, (y es aquí dónde las curas mágicas y la soluciones en pocas sesiones tropiezan), transportando al cliente a situaciones o experiencias que quizás todavía no está preparado para sostener.

¿Por qué fases se pasan en un proceso terapéutico?

Naturalmente, este no es un proceso lineal, y aunque en cada fase tendrá más sentido desarrollar un cierto tipo de acompañamiento por parte del terapeuta, el resto de fases y posibles propuestas también estarán presentes, ayudando a tener una visión global de la situación que permitirá ver qué elementos de otras fases pueden estar fallando en una parte determinada del proceso.

Como terapeutas, saber en qué fase del proceso terapéutico se encuentra el paciente ayuda a guiar el trabajo terapéutico, haciendo las propuestas oportunas y acompañando el proceso con el ritmo y la intensidad adecuados para que se puedan desarrollar las habilidades y capacidades necesarias para ir evolucionando en el proceso terapéutico.

Foco en los recuerdos

Fase de Apoyo

• Tolerancia.
• Validar que algo puede haber pasado.
• Sólo experimentarlos, en lugar de ir a Abreacción.
• Usar el contacto presente con el terapeuta como soporte para experimentar los recuerdos.

Fase de Funciones del Yo

• Recuperar las Funciones del Yo interrumpidas o dejadas atrás.
• Identificar las Funciones del Yo a trabajar y desarrollarlas en el momento presente.

Fase de Deshacer, rehacer y doler

• Trabajar en duelos inacabados.
• Desarrollar nuevas Funciones del Yo para hacer frente a recuerdos traumáticos.
• Confrontar al abusador (simbólicamente o realmente) desde una posición adulta.
• Reclamar para el presente lo que necesitábamos en el pasado.
• Vivir el duelo de las pérdidas que ahora son recordadas.

Fase de Consolidación

• Hechos traumáticos vividos ahora como hechos pasados.
• Recordar los hechos menos inquietantemente; sensación de ser absorbidos por un sentimiento de un yo más cohesionado.
• ‘La vida vivida’ como contexto de los recuerdos a ser asimilados.
• Presente y futuro como contexto para vivir y recordar.

Foco en los sentimientos

Fase de Apoyo

• Acompañar la intensidad mediante el apoyo y el arraigo.
• Validar y legitimar con relación a la seriedad del abuso.
• Validar que está bien tener sentimientos aunque no sabemos por qué.

Fase de Funciones del Yo

• Tolerar un incremento en la intensidad y la variedad de sentimientos.
• Ordenar los sentimientos del pasado respecto a los del presente.
• Encontrar sentimientos apropiados para las situaciones presentes.

Fase de Deshacer, rehacer y doler

• Expresión de los sentimientos.
• Encaminarlos hacia las personas apropiadas del pasado.
• Permitir que los sentimientos se expresen completamente.

Fase de Consolidación

• Amplitud de sentimientos disponibles para experimentar y asimilar.
• Diferenciar qué se debe al abuso y que los factores.

Foco en el terapeuta

Fase de Apoyo

• Entorno activo de apoyo.
• Validación de la realidad emergente.
• Establecer límites seguros.
• Ayudar al cliente a mirar activamente los problemas de confianza.

Fase de Funciones del Yo

• Enseñanza activa de capacidades.
• Creación de experimentos y ejercicios para desarrollar las capacidades.
• Modelado de límites sanos.
• Uso del terapeuta como objeto de contacto para la práctica.
• Modelo de graduación y ritmo.

Fase de Deshacer, rehacer y doler

• Apoyo activo para recordar.
• Evitación del contacto con los recuerdos y fomento de la elección.
• Entrenamiento en la expresión de alta intensidad y trabajo ‘a través de’.
• Confrontación activa de distorsiones y proyecciones.

Fase de Consolidación

• Fomentar la independencia.
• Aportar perspectiva.
• Reconocer y afirmar la sabiduría trascendente del cliente.